U$S 15.000.-
2014 - Grafito sobre cartulina.
Hablar del origen de una obra de arte supone hablar del
porqué.
“Entre otras se presenta una obra
en grafito, de la que Pedro nos cuenta una historia muy singular. Su madre
había perdido una niña (al nacer) dos años antes que él llegara a este mundo.
Pedro desconocía lo ocurrido hasta que un dos de noviembre, una tía le
preguntó: “¿Le llevarás flores a tu hermanita?”. Este hecho impactó en él muy
fuertemente y el ser hijo único contribuyó para que no quedara como un pasaje
aislado de su vida. Luego de preguntar a su madre sobre el tema, ella le contó
lo sucedido. Una preeclamsia había ocasionado la pérdida de su hermana y había
puesto en riesgo la vida de su madre en aquel momento.
El deseo de haber podido conocer
a su hermana caló muy hondo en su persona,
hasta el punto de hablar con ella en silencio en los momentos más
difíciles de su vida. Fue recién en 2017 que, (con motivo de diagnosticarle una
leucemia crónica) entendió que debía llevar el rostro de su hermana al grafito,
tal como él la había imaginado.
Así es como nació entre sus
obras, María Theresa, nombre elegido por sus padres para la niña. Pedro la
imaginó cansada por la lucha de querer sobrevivir, triste al ver que no podría
lograrlo y enojada por lo sucedido. Hoy es uno de los grafitos de mayor valor
ofrecidos al mercado del arte y una buena oportunidad para admirar como el
artista, logró reflejar las tres emociones en una misma imagen. Pedro la
considera su obra cumbre y por otra parte es el único rostro realizado por el
artista.
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