sábado, 8 de diciembre de 2018

María Theresa





U$S 15.000.-

2014 - Grafito sobre cartulina.


Hablar del origen de una obra de arte supone hablar del porqué.

“Entre otras se presenta una obra en grafito, de la que Pedro nos cuenta una historia muy singular. Su madre había perdido una niña (al nacer) dos años antes que él llegara a este mundo. Pedro desconocía lo ocurrido hasta que un dos de noviembre, una tía le preguntó: “¿Le llevarás flores a tu hermanita?”. Este hecho impactó en él muy fuertemente y el ser hijo único contribuyó para que no quedara como un pasaje aislado de su vida. Luego de preguntar a su madre sobre el tema, ella le contó lo sucedido. Una preeclamsia había ocasionado la pérdida de su hermana y había puesto en riesgo la vida de su madre en aquel momento.

El deseo de haber podido conocer a su hermana caló muy hondo en su persona,  hasta el punto de hablar con ella en silencio en los momentos más difíciles de su vida. Fue recién en 2017 que, (con motivo de diagnosticarle una leucemia crónica) entendió que debía llevar el rostro de su hermana al grafito, tal como él la había imaginado.

Así es como nació entre sus obras, María Theresa, nombre elegido por sus padres para la niña. Pedro la imaginó cansada por la lucha de querer sobrevivir, triste al ver que no podría lograrlo y enojada por lo sucedido. Hoy es uno de los grafitos de mayor valor ofrecidos al mercado del arte y una buena oportunidad para admirar como el artista, logró reflejar las tres emociones en una misma imagen. Pedro la considera su obra cumbre y por otra parte es el único rostro realizado por el artista.

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