Todo comienza en 1959 a la edad de 5 años en
el taller del profesor Rondeau, quien dirigía en su escuela la clase de dibujo
y acuarela. Primer año de escuela lo repitió porque solo dibujaba en el
cuaderno. Uno de los directores (Prof. Mauricio Fernández) le dijo
textualmente a su madre: “Haga de cuenta que vino todo el año a dibujar y
jugar”.
Sostiene que sus profesoras de dibujo en la
secundaria, fueron clave para la perspectiva y el sombreado de sus dibujos. En
la década de los 70 pintaba con marcadores y lápices negros diferentes tipos de
figuras, mezclando estilos entre lo abstracto y lo surrealista.
A principios de los 80 pinta 10 obras
utilizando el puntillismo, (blanco y negro con tinta china) inspirado en la
obra de Ricardo Yates, a quien admiraba por la calidad de sus dibujos en la
escuela y en la actualidad como excelente artista plástico.
A mediados de los 80 intenta incursionar en
la pintura de color utilizando pintura para automóviles en cuadros que no
admitían grandes correcciones, debido a la velocidad de secado de la misma.
Ha pintado a lo largo de su vida con
diferentes técnicas pero sin estudio alguno. Gracias a la gentil invitación de Galería Latina
en lo que dió a llamarse “Acercando el Arte a la Gente”, tuvo el
honor de pintar dos óleos con los artistas Uruguayos Philip Davis y Roberto
Cadenas. Conserva las dos obras.
Es recién en
2015 que decide aprender óleo en el taller del profesor Porfirio Busto en la
ciudad de Asunción del Paraguay, donde comienza aprendiendo técnicas de
dibujo. Su pasión por el blanco y negro en el papel, lo llevan a quedarse
en el dibujo sin siquiera intentar la pintura al óleo. Las obras de
Porfirio Busto, fueron el detonante para tomar la decisión de incursionar
en esta apasionante aventura del arte en la que sus dibujos pretenden ser óleos
realizados con lápiz, algo muy difícil de lograr y sobre todo de imaginar.
En su taller comenzó las primeras clases haciendo
rostros. El por su parte dibujaba árboles o marinas en los días que no
concurría. En la cuarta clase le dijo al profesor que ya no quería aprender óleo.
Solo quería dibujar árboles.
Desde entonces toma el grafito pretendiendo que
sus dibujos se asemejen a óleos utilizando
un solo color; negro y sus matices.
Pedro sostiene que el dibujo es una disciplina que hasta
fechas recientes ha recibido una atención menor por lo que quiere valorar y reivindicar al dibujo, dando
un valor a su obra muy distinto de lo que le asigna la comunidad artística en
general.
“Soy la historia de un fracaso. Y digo esto, porque
siempre quise pintar óleos, acrílicos o acuarelas pero nunca pude lograr
una obra que me conforme utilizando colores. Mi último impulso por hacer
óleos y acuarelas fue en 2015 y nuevamente quedé atrapado por el dibujo a
lápiz. Desde entonces utilizo grafito pretendiendo que mis dibujos se asemejen
a un óleo. Si no he logrado aún que vean óleos utilizando el negro y sus
matices, he fracasado en mi propósito.
En 2017 he decidido incursionar en la acuarela concurriendo
al taller del Prof. Orlando Buccino. He probado acuarela, tempera y acrílico por
la perseverancia y la paciencia del profesor. Sin embargo lejos de realizar
acuarelas continúo con mis grafitos y en algunos casos mis obras llevan algún detalle
de acuarela.
La acuarela es un mundo tan fascinante como complejo pero
de seguro no me alejará de mi gran pasión… El dibujo a lápiz.”
En este blog también podremos ver las obras
realizadas en el último año utilizando colores.